La deficiencia congénita del factor V (FV CD; 2019 ICD-10-CM: D68.2) es un trastorno hemorrágico autosómico recesivo poco frecuente causado por defectos en el gen F5 del cromosoma 1. La FV CD tiene una prevalencia de 1 caso por cada 1 000 000 de habitantes, con independencia del género, con una mayor incidencia en poblaciones con un alto nivel de matrimonios consanguíneos. Se han notificado casos en Europa, Asia y Norteamérica.1-5 El FV es una proteína de gran tamaño que se encuentra en el plasma y en las plaquetas, que desempeña una función importante en las cascadas de la coagulación intrínseca y extrínseca. En plasma, el FX (FXa) activado o protrombina activa el FV por escisión del dominio B. El FVa actúa como un cofactor de FXa, lo que potencia la actividad proteolítica y acelera la escisión de la protrombina. La forma plaquetaria del FV parcialmente activada, es resistente a la inactivación y se almacena en gránulos α unidos a la proteína MMRN1. El FV se separa de la MMRN1 cuando las plaquetas se activan en el lugar de la lesión vascular. Las plaquetas activadas liberan los gránulos α y el FV libre se localiza en la membrana durante la formación del complejo de protrombinasa.1-6
La causa de la FV CD es la baja cantidad del FV o su función reducida (actividad inferior al 10 % de lo normal) y se clasifica en dos tipos: La FV CD tipo I, (la forma más común) se caracteriza por una baja concentración del FV y se refleja en una reducción equivalente de la actividad del FV. La FV CD tipo II se caracteriza por la pérdida de actividad del FV con una concentración casi normal. Las mutaciones en el gen F5 causan la FX CD y tienden a aparecer en familias individuales, además pueden ser mutaciones con cambio de sentido, sin sentido o de desplazamiento del marco de lectura.1,2,4,5
Aparte de las funciones plasmáticas y plaquetarias, el FV también
desempeña una función en la retroalimentación negativa de la
coagulación dentro de la cascada de la coagulación intrínseca. El FV
completo, al actuar como factor de la proteína S y la proteína C
activada, potencia la inactivación del FVIIIa. Por consiguiente, las
mutaciones específicas de cambio de sentido en el gen F5 (como FV
Leiden, FV Cambridge y FV Hong Kong) no causan una actividad
coagulante del FV deficitaria, sino que se asocian a un mayor riesgo
de tromboembolia.1,4 En la actualidad, el único tratamiento
disponible para las hemorragias en pacientes con FV CD es infundir
plasma en fresco o congelado en fresco.
La deficiencia combinada del FV y del FVIII es un trastorno hemorrágico autosómico recesivo independiente poco frecuente con una prevalencia aproximada de 1 caso por cada 1 000 000 de habitantes sanos. La deficiencia combinada del FV y del FVIII se asocia a una actividad baja del FV y a una actividad baja del FVIII, pero está causada por un mecanismo diferente al de la FV CD o la hemofilia A. En resumen, los defectos en las proteínas LMAN1 o MCFD2 (un cofactor de la LMAN1) originan un procesamiento intracelular inadecuado del FV y del FVIII, lo que en definitiva provoca una reducción de las concentraciones del FV y del FVIII. Normalmente, los pacientes con deficiencia combinada del FV y del FVIII tienen una actividad inferior al 20 % de lo normal en ambos factores de coagulación. El fenotipo hemorrágico de los pacientes con FV y FVIII combinados suele ser leve o moderado.1,4
Los síntomas que aparecen con frecuencia en las personas con FV CD, como las hemorragias de las mucosas y la epistaxis, también son comunes en otros trastornos hemorrágicos poco frecuentes. Sin embargo, los síntomas en la FV CD moderada (actividad del FV inferior al 10 %) pueden ser de leves a graves con hemorragias espontáneas poco frecuentes y suelen correlacionarse con los niveles de actividad residual del FV. Las hemorragias gastrointestinales o del sistema nervioso central mortales son poco frecuentes en la FV CD grave (actividad del FV indetectable).1,2,4,5,7
Clasificación de la FV CD según los niveles del factor de la coagulación7
La FV CD grave suele presentarse durante la infancia con síntomas de moderados a graves. Pueden aparecer hemorragias en el cordón umbilical de estos pacientes. No obstante, los síntomas más comunes son las hemorragias de las mucosas, la epistaxis, la menorragia, las hemorragias de la cavidad bucal y, en menor medida, los hematomas y la hemartro. Los pacientes con FV CD moderada suelen mostrar una tendencia a la hemorragia muy leve y los síntomas principales son las hemorragias de la piel y de las mucosas.1,2,4,5
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