El diagnóstico precoz de la deficiencia congénita del FXIII (FXIII
CD) es esencial para prevenir hemorragias potencialmente mortales.
En la FXIII CD la formación inicial de coágulos no se ve afectada, y
si no hay otro trastorno coagulante concurrente, las vías intrínseca y
extrínseca funcionan con normalidad. Por lo tanto, las pruebas
habituales de la coagulación, que incluyen el tiempo de protrombina,
el tiempo de tromboplastina parcial activado, el fibrinógeno, las
plaquetas y el tiempo de hemorragia no se ven afectadas en personas
con FXIII CD.2-4 En consecuencia, para el diagnóstico de la
FXIII CD es necesario realizar una evaluación completa del sistema de
coagulación, que incluya pruebas de laboratorio específicas del
FXIII.
Algoritmo para el diagnóstico y clasificación de las deficiencias de FXIII recomendado por la Subcomisión de la SSC dedicada al Factor XIII y Fibrinónego de la Asociación Internacional de Trombosis y Hemostasia (ISTH).2
Las pruebas cuantitativas de FXIII funcional son las pruebas de detección de primera línea recomendadas para pacientes con sospecha de FXIII CD.4 Si se detecta una disminución en la actividad del FXIII, se deben realizar pruebas de antígenos del FXIII. Ya no se recomienda el uso de pruebas cualitativas del FXIII (p. ej., las pruebas de solubilidad del coágulo) dada su baja sensibilidad y normalización deficiente, no obstante, estas pruebas son con frecuencia la única opción disponible en países con economías limitadas en materia de salud.4
Prueba cualitativa del FXIII
Este método de detección de la deficiencia de FXIII, que mide la
solubilidad de los coágulos de fibrina en urea, ácido acético o
solución de ácido monocloroacético se utilizaba tradicionalmente y aún
se utiliza en algunas regiones de escasos recursos económicos o en
donde no hay otras pruebas para el FXIII
disponibles.1,2,4 No obstante, no se recomienda este método
para la detección de deficiencia de FXIII ya que esta prueba solo
detecta deficiencias de FXIII muy graves con un límite de detección en
el rango de actividad del FXIII de <0,5-5 IU/dL
(%).1,2,4,5 La prueba está poco normalizada y su
sensibilidad depende de las condiciones de la prueba, tales como el
nivel de fibrinógeno, el reactivo de coagulación, el agente
solubilizante y la concentración y el tiempo de detección de la
solubilidad.1,2,4,5 El uso continuado de esta prueba ha
contribuido al elevado número de diagnósticos de deficiencia de FXIII
tardíos o perdidos.1,2,4,5
Pruebas de actividad funcional del FXIII
Las pruebas de actividad del FXIII se basan en dos principios: la
medición de la liberación de amoníaco durante el primer paso de la
reacción de transglutaminasa y la medición de la amina marcada que se
entrecruza de forma covalente con un sustrato de proteína por el FXIII activado.1,2,4,5
La prueba fluorométrica más nueva se basa en la actividad de la isopeptidasa del FXIII activado bajo ciertas condiciones en las cuales puede liberar aminas primarias unidas a un residuo de glutamina en un oligopéptido.5
Una vez que se ha establecido el diagnóstico, estas pruebas cuantitativas funcionales pueden emplearse para monitorear el tratamiento con concentrados de factor de reemplazo.
Pruebas inmunológicas de antígenos del FXIII
Las pruebas inmunológicas de antígenos del FXIII se basan en el
principio del ensayo inmunoenzimático (ELISA) La ventaja es
su elevada sensibilidad; su desventaja es que consumen bastante tiempo
y son difíciles de automatizar.4,5
Estudios de corrección
Las pruebas de corrección detectan la presencia de anticuerpos
neutralizantes del FXIII-A que inhiben la actividad del FXIII del
plasma normal cuando se mezcla el plasma del paciente con plasma normal.2
Pruebas de unión
Las pruebas de unión detectan los anticuerpos no neutralizantes
midiendo la unión de las inmunoglobulinas del paciente al FXIII del
plasma purificado y a las subunidades del FXIII purificado en un
arreglo ELISA o de hibridación en manchas (dot blot).2
Análisis molecular (genotipificación)
La caracterización del defecto genético molecular se realiza
solo en un entorno de investigación y puede identificar las
variantes genéticas causales con la secuenciación completa de
regiones exónicas y reguladoras de los genes F13A1 y F13B.
2,3
1. Bolton-Maggs PH, Favaloro EJ, Hillarp A, Jennings I, Kohler HP. Difficulties and pitfalls in the laboratory diagnosis of bleeding disorders. Haemophilia 2012;18 Suppl 4:66-72.
2. Kohler HP, Ichinose A, Seitz R, et al. Diagnosis and classification of factor XIII deficiencies. J Thromb Haemost 2011;9:1404-6.
3. Biswas A, Ivaskevicius V, Thomas A, Oldenburg J. Coagulation factor XIII deficiency. Diagnosis, prevalence and management of inherited and acquired forms. Hamostaseologie 2014;34:160-6.
4. Schroeder V, Kohler HP. Factor XIII deficiency: an update. Semin Thromb Hemost 2013;39:632-41.
5. Katona E, Penzes K, Molnar E, Muszbek L. Measurement of factor XIII activity in plasma. Clin Chem Lab Med 2012;50:1191-202.